3. La apatia del invierno ...
Esta es la última entrega de "La Apatía Invernal" y cómo evitarla. Aquí tienes algunas maneras más de combatirla: tomando suficiente sol y durmiendo.
1) Falta de luz solar
Quizás pienses que en España recibimos mucho sol. Sí, pero mucha gente simplemente no lo aprovecha. ¿Para qué necesitamos el sol? Bueno, somos sensibles a la luz y prácticamente dependemos de la energía solar, y los días cortos y sombríos de invierno pueden hacernos sentir mal después de un tiempo. A veces, los efectos pueden ser tan graves que justifican un diagnóstico de trastorno afectivo estacional (TAE). Esto es mucho más común en los países más septentrionales, donde escasean las horas de luz invernal. Pero el TAE es muy real y puede provocar depresión con síntomas como tristeza, irritabilidad, cansancio, dolor corporal, insomnio y antojos de carbohidratos.
La vitamina D se conoce como "la vitamina del sol", y con razón.
Mantiene los huesos fuertes: cuando la piel se expone a la luz solar (unos 15-20 minutos al día son más que suficientes si tienes la piel clara), se produce vitamina D a partir de un tipo de colesterol. La vitamina D es crucial para el organismo y desempeña muchas funciones, como, por ejemplo, indicar a las células intestinales que absorban fósforo y calcio, dos minerales esenciales para mantener huesos fuertes y sanos. Por lo tanto, la exposición al sol es una excelente manera de combatir la osteoporosis.
Fortalece el sistema inmunitario: la vitamina D es un elemento clave para fortalecerlo, por lo que la exposición constante al sol puede ayudar a fortalecerlo. Reducir el riesgo de infecciones, algunos tipos de cáncer y la mortalidad después de una cirugía es responsabilidad del sistema inmunitario, así que toma tu dosis diaria de sol.
Reducción del estrés: la hormona melatonina reduce la reactividad al estrés, y estar al aire libre al sol ayuda al cuerpo a regular la melatonina de forma natural, reduciendo así los niveles de estrés. La ventaja es que, si estás al aire libre, probablemente estés haciendo algún tipo de ejercicio (caminar, jardinería, jugar, etc.), lo que también ayuda a reducir el estrés. Combate la depresión: Nos sentimos mejor cuando hace sol y estamos en él. La ciencia afirma que la luz del sol estimula la serotonina, otra hormona del cuerpo que nos hace felices, lo que ayuda al cuerpo a mantenerse tranquilo y concentrado, además de mejorar el estado de ánimo y mantenernos alegres.
Mejora el sueño: La melatonina es la hormona responsable de ayudarnos a dormir y se produce cuando oscurece, por lo que sentimos sueño unas horas después del atardecer. Con los días de verano más largos, nos acostamos más tarde, y las investigaciones indican que dormirás mejor con una hora de luz natural por la mañana. La luz del sol también regula el ritmo circadiano del cuerpo, indicándole cuándo disminuir o aumentar los niveles de melatonina. En resumen, una mayor exposición a la luz del día equivale a una mejor producción de melatonina a la hora de acostarse.
2) Dormir mal.
La calidad de nuestro sueño juega un papel fundamental en nuestra calidad de vida, ya que un sueño inadecuado o deficiente es una de las principales causas de fatiga. Entre los posibles problemas de salud graves relacionados con la mala calidad del sueño y la privación crónica del sueño se encuentran: Diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular, además de otros problemas potenciales como depresión, obesidad, inmunidad comprometida y disminución del deseo sexual.
El sueño también es importante para numerosas funciones cerebrales, incluyendo la comunicación entre las neuronas (células nerviosas). El cerebro y el cuerpo no duermen cuando tú duermes; tu hora de dormir es cuando ellos van a trabajar, haciendo tareas domésticas y limpiando, lo que elimina las toxinas que se acumulan en el cerebro mientras estás despierto. La falta de un sueño regular y de calidad incluso afecta nuestra apariencia (y puede envejecernos), ya que un sueño deficiente crea líneas de expresión, reduce la elasticidad y la pigmentación desigual. En pocas palabras, la falta de sueño disminuye la capacidad de la piel para rejuvenecerse y repararse, y nos hace parecer mayores. Así que asegúrate de dormir lo mejor posible todas las noches.
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Namaste, Ashlí