2. Hormonas de la felicidad D.O.S.E.
Esta es la segunda parte de "Hormonas de la Felicidad". ¡Llegó el verano! ¡Sííííí! Entonces, ¿cómo recuperamos nuestra energía y energía? Impulsando nuestras hormonas de la felicidad, por supuesto.
El mes pasado examinamos el papel de las hormonas de la felicidad en el cuerpo: dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas (DOSE), y analizamos en detalle la serotonina y la dopamina. Ahora examinaremos las otras dos hormonas de la felicidad, la oxitocina y las endorfinas, y su función en el cuerpo.
Recapitulando, nuestros cuerpos y cerebros producen una cascada de hormonas que mantienen nuestros sistemas bajo control. Nos centraremos específicamente en las hormonas de la felicidad: dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas. Liberamos estas hormonas cuando reímos, amamos, abrazamos, vemos una película divertida o experimentamos sentimientos de felicidad y alegría. Al hacerlo, también liberamos tensión, aliviamos el estrés, calmamos la angustia mental e incluso aliviamos algunos brotes de dolor. Así que si te sientes un poco triste, fatigado, agotado o con las pilas agotadas, es la forma en que tu cuerpo te dice: "Necesito un chute de hormonas, por favor".
Así que, ¿cómo puedes recargar tus hormonas de la felicidad y hacer que funcionen junto con tu cuerpo y mente? Empezando por la hormona del amor: la oxitocina.
Oxitocina: La hormona del amor
La oxitocina, la hormona del amor (también conocida como la hormona del vínculo), se produce cuando se muestra afecto físico con alguien (abrazos, caricias, besos, etc.) y se produce en grandes cantidades durante el parto y la lactancia. Esta maravillosa hormona es un tranquilizante natural que nos ayuda a sentirnos relajados y contentos, contribuyendo así a la estabilidad y el bienestar psicológico general. Sabes que te falta oxitocina cuando tienes baja autoestima o te sientes un poco desconectado de los demás. Un nivel bajo de oxitocina contribuye al aumento de cortisol (la hormona del estrés), lo que provoca ansiedad e inquietud. Esta es una de las hormonas más fáciles de estimular, ya que solo se necesita un simple abrazo o incluso un gesto de bondad.
Aquí tienes otras maneras de ayudar a tu cuerpo a producir oxitocina:
- ¡Comparte tiempo con tus seres queridos! Pasar tiempo con tus seres queridos (amigos y familiares) y decirles cuánto los quieres o los amas son dos maneras de aumentar la producción de oxitocina y fortalecer los vínculos entre ustedes. Tener conversaciones significativas, abrazarlos, estar cerca y simplemente estar en compañía contribuyen en gran medida a aumentar los niveles de oxitocina. Piensa en un momento en el que no has visto a un familiar o a tu mejor amigo en años y luego se vuelven a ver: los abrazos, la emoción y la felicidad son pequeñas fábricas de oxitocina. Se ha comprobado que abrazar durante 30 segundos alivia el estrés y combate el agotamiento, y un abrazo prolongado libera esta hormona del vínculo, beneficiosa para disminuir la frecuencia cardíaca, bajar la presión arterial y mejorar el estado de ánimo.
- Disfruta de la música: escuchar música que te guste es otra forma de sentirnos felices y aumentar los niveles de oxitocina, así que sube el volumen y déjate llevar por la música para una descarga natural.
- ¡Comparte el pan con alguien que te importa! La comida es el pegamento que une el tejido social y cuando compartimos comida con seres queridos y compartimos el pan juntos, los niveles de oxitocina aumentan, especialmente las comidas preparadas con cariño. Esta oleada de placer al ver el deleite y el disfrute es la oxitocina en acción. Es un doble golpe: preparar la comida y luego comerla puede producir una cascada de oxitocina que inunda el cuerpo y el cerebro. Cuando nos preocupamos y compartimos, nos sentimos mejor. Lo que me lleva al último punto.
- Actos de bondad al azar: El comportamiento altruista produce una inundación de oxitocina. Ofrecer ayuda a una ancianita para cruzar la calle, donar dinero o artículos a la caridad, enviar una tarjeta escrita a mano, colaborar con organizaciones benéficas para animales o ofrecer nuestro tiempo y habilidades; cuando hacemos algo agradable o una buena acción, o ayudamos a otros sin expectativas, es la mejor manera de hacernos felices a nosotros mismos y a los demás. ¿Y cuando presenciamos una buena acción? ¿Nos hace sentir mejor y nos inspira a hacer el bien también? ¡Por supuesto! Y según una investigación de los psicólogos Simone Schnall, Jean Roper y Daniel M.T. Fessler (Schnal, Roper y Fessler, 2010), todos experimentamos esa efusiva sensación cálida y reconfortante de emociones positivas. Sin embargo, esta última investigación publicada en la revista Psychological Science ha descubierto que no solo nuestro estado de ánimo se eleva (y nos sentimos aliviados), sino que cuando presenciamos la bondad, también actuamos con altruismo. Así que retribuye haciendo el bien y sintiéndote bien.
Endorfinas: Los analgésicos naturales
Las endorfinas son potentes analgésicos y se producen en respuesta a la incomodidad, el dolor, el ejercicio, el parto y el estrés. Sabes que te estás quedando sin endorfinas cuando experimentas dolores, cambios de humor, depresión o ansiedad. Las endorfinas son fáciles de producir. Disfrutar simplemente experimentando los pequeños placeres de la vida y haciendo las cosas que te gustan: comer chocolate negro, beber una copa de vino, reír, cocinar, abrazar a una mascota, cualquier cosa que te dé alegría, aumentará la producción de endorfinas.
Así que sal, haz el bien, sé feliz, comparte amor y siéntete genial mientras lo haces.
Podemos brindarte un mejor apoyo para tu salud y bienestar para ayudarte a encontrar el equilibrio perfecto para tu cuerpo. Así que, si deseas dormir bien, sentirte mejor o simplemente quieres hablar con alguien, simplemente visita o llama a VaVa Salud y Bienestar Complementarios y déjanos cuidarte.
Namaste, Ashlí
Referencias
- Schnal, S. l, Roper, J. and Fessler, D. M. T. (2010) ‘Elevation Leads to Altruistic Behavior’, Psychological Science, Vol 21(Issue 3). Available at: https://doi.org/10.1177/ 0956797609359882.